sábado, 14 de febrero de 2015

La empresa nacionalsindicalista

Por Fernando Roldán

Abordar la cuestión empresarial es imprescindible a la hora de plantearse la sustitución del modelo productivo capitalista por uno más justo y humano.

Primero debemos de explicar brevemente cómo funciona la empresa capitalista actual. En el modelo capitalista la empresa pertenece al propietario del capital, ya sea este un individuo o un grupo de accionistas. El trabajador es un mero asalariado ya que vende su fuerza de trabajo por un salario que no se corresponde con el valor de lo producido; además de no poder acceder a los beneficios conseguidos con su esfuerzo.
Sobre esta visión individualista de la empresa y de la propiedad se sustenta el sistema capitalista, siendo el origen de los males que padecen los trabajadores.

¿Cuál es nuestro modelo de empresa?

A diferencia del sistema capitalista nosotros afirmamos la supremacía del trabajo sobre el capital. El capital se trata de un instrumento económico subordinado siempre al trabajo; por tanto el poseedor de capital nunca tendrá la propiedad de la empresa.
La propiedad de la empresa recae en todos los trabajadores que integran esta, siempre organizados dentro de la rama sindical correspondiente. Los trabajadores pasarán de ser simples asalariados a ser copropietarios, adquiriendo una nueva personalidad jurídica.

La capitalización de la empresa se realizará a través de la aportación de los trabajadores y de la parte de la plusvalía destinada a tal fin. Los trabajadores no sólo poseerán los medios de producción y la plusvalía; también podrán votar y elegir al congreso de administración, aprobar o rechazar balances y demás cuestiones relacionadas con la gestión de la empresa, todo ello sin dejar de lado sus obligaciones como trabajador.

Para poder implantar este sistema el estado establecerá una serie de directrices y actuará dependiendo del origen de la empresa:

-Si se trata de una empresa legítima y se ajusta al marco legal establecido se le ofrecerá al actual propietario formar parte de la empresa como un socio más, recibiendo la retribución que merezca. Si no acepta esto último el estado procederá a indemnizar al propietario y cederá la empresa a sus trabajadores.

-Si el origen de la empresa es ilegítimo se procederá a la expropiación de la empresa y se tomarán las medidas legales pertinentes contra el anterior propietario y la directiva de la empresa.

-Las empresas pertenecientes a sectores estratégicos de la sociedad (energéticas, servicios, telecomunicaciones, etc.) serán nacionalizadas, independientemente de si poseen carácter deficitario o no.

Esta serie de medidas eliminarán por completo el capitalismo interno empresarial, creando un modelo autogestionario donde el trabajador no será un simple número ligado al capital por una nómina sino el principal director de la economía nacional y la base de nuestro sistema.

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martes, 3 de febrero de 2015

¿Es necesario nacionalizar la banca en el estado nacional-sindicalista?

El asunto de si la nacionalización de la banca es o no un dogma doctrinal del Nacionalsindicalismo, no es ni mucho menos baladí, aunque eso en términos prácticos sea en realidad secundario. Posiblemente no sea propiamente un dogma ideológico, y posiblemente el dogma que subyace en ese planteamiento no sea otro que el de garantizar que el capital y el servicio de crédito estén al servicio de la economía nacional, en vez de al servicio de intereses económicos privados. Lo que no me queda muy claro es lo siguiente: si el Estado Nacionalsindicalista únicamente despojará sus negocios a la banca comercial (es decir, capitalista), ¿no estaríamos adoptando medidas aún peores en sus consecuencias que la propia nacionalización? Me explico: una corporación bancaria no podría invertir en acciones de empresas (estarían sindicalizadas), el crédito productivo y con fines sociales sería nacional, los fondos de pensiones pasarían a ser de la Seguridad Social (con la complicación añadida de que suelenestar invertidos en acciones y otro tipo de productos financieros, tanto nacionales como extranjeros), tampoco le sería posible especular con bienes inmobiliarios (otra importante fuente de financiación), etc. ¿Me puede explicar alguien dónde está entonces el negocio?

Es curioso, pero quienes proponen una especie de Nacionalsindicalismo sin nacionalización de la Banca, en realidad suelen proponer -supongo que sin querer- nada más y nada menos que asfixiar económicamente a la Banca privada, con el consiguiente trastorno económico general. Escomo lo que hizo Mitterrand en Francia o Alán García durante su primer mandato en Perú: como no se atrevieron a nacionalizar toda la Banca de golpe, empezaron poco a poco y con preaviso… con el lógico desastre consiguiente, claro. Luego está otro aspecto, no precisamente nimio, por cierto, de la soberanía económica. Yo no puedo entendercómo una nación puede ser soberana económicamente (lo que no quiere decir que deba ser autárquica, ojo) si no lo es financieramente. Y si la principal fuente de financiación de los proyectos económicos y sociales,que es la Banca, no es nacionalizada al igual que la moneda (y hoy en España ninguna es nacional) y se deja en manos privadas, ¿alguien me puede explicar cómo se la puede obligar a utilizar sus recursos sin esperar beneficios importantes y pensando únicamente en el bien común?  No sé, es posible que alguien pueda tener las suficientes dotes de persuasión para convencer a Botín y compañía de que eso es lo correcto, pero no sé por qué me da amí que lo que va a pensar en un trance como ese es cómo emplear sus ingentes recursos para conspirar contra un proceso revolucionario que no le beneficiaría demasiado… ¿Se puede dejar un arma tan importante en manos de los principales enemigos de la Revolución Nacionalsindicalista? (¿se puede esperar que los terroristas de la ETA se vuelvan buena gente aunque les dejemos con las pistolas que ahora tienen?). Yo creo que no, y si no se trata de un dogma ideológico, que es posible que propiamente no lo sea, y que sea una propuesta más bien programática, sí es cuanto menos una consecuencia lógica del proceso revolucionario que a mí me parece hoy por hoy incuestionable. Además, si eso no se hace así, ¿me puede explicar alguien de dónde van a salir los ingentes recursos necesarios para costear la Revolución, es decir, para sindicalizar las empresas, nacionalizar los fondos de pensiones, etc.?

Luego están los que dicen: ¿cómo se va a nacionalizar la Banca en pleno siglo XXI?
Nunca olvidaré una interesante charla quetuve hace unos años con dos importantes directivos de la Banca española precisamente sobre este tema. Uno me reconocía que técnicamente era algocomplicado, pero perfectamente posible, aunque en la realidad nunca se haría porque los grandes banqueros jamás tolerarían algo semejante y sólo una época revolucionaría podría contrarrestar el enorme poder que tienen para evitarlo.

El otro no se podía ni hacer a la idea de que la nacionalización fuera posible, así que centré mi conversación con él. Yo le pedía argumentos técnicos que hicieran inviable una nacionalización dela Banca, pero él sólo era capaz de decirme cosas como que “no me puedo imaginar una cosa así”, “es que eso es una barbaridad”, “no es posible”, etc. Yo le insistía una y otra vez en que me demostrara con razones y argumentos que efectivamente no era posible, pero era incapaz. No encontraba argumentos porque sencillamente era un escenario el que yo le planteaba que rompía totalmente sus esquemas. No podía aceptarlo y punto, aunque no supiera explicar muy bien porqué.El primer directivo me explicó algunas delas dificultades de nacionalizar el sistema bancario, pero aunque él tenía dudas de cómo podría funcionar un modelo alternativo por falta de referencias prácticas actuales, sí me reconocía que en teoría no sólo era perfectamente posible, sino que tendría algunas disfunciones menos que el modelo actual. Esta opinión me la han repetido otros muchos después, aunque he de reconocer que la otra también me la han repetido otros, aunque aún ninguno me ha dado una argumentación de inviabilidad. No sé, si alguno me la da y me convence a lo mejor cambio de opinión, pero de momento sigo sin considerar posible una Revolución Nacionalsindicalista sin nacionalizar la Banca.

Escrito por Jorge Garrido San Román
Fuente: http://www.nacionalsindicalismo.es/


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